PIOMETRA

La piómetra es una infección uterina, cuyo desarrollo es al principio hormonal.
Es muy temida por criadores y por quienes no lo son, ya que termina en cirugía extirpando ovarios y útero, (ovario-histerectomía), y en algunos casos, aunque la cirugía sea un éxito, puede haber una complicación renal terminando con insuficiencia renal.

PATOGENIA:
La primera lesión en la evolución de la piómetra es una hiperplasia endometrial quística (H. E. Q.).
En la H. E. Q. está exagerada la respuesta del endometrio a la progesterona. La progesterona es la hormona encargada de "mantener" la gestación, por tal motivo activa las glándulas uterinas para que estas proporcionen nutrientes al embrión y mantiene por lo tanto engrosadas las paredes uterinas.
Las glándulas endometriales se enquistan y contienen líquido y en la luz uterina aumentan los fluidos.
Puede haber en pocas ocasiones acumulación de líquido estéril: hidrómetra / mucómetra que causa agrandamiento uterino, pero en la gran mayoría de los casos hay bacteriosis secundaria.
La invasión bacteriana es favorecida por la acumulación de líquido en el útero, las glándulas endometriales y la disminución de la contractilidad del miometrio por la progesterona.

AGENTES Y CAUSALES:
La E. Coli, es el microorganismo
aislado con más frecuencia, pero puede haber otros como: Streptococcus, staphylococcus, Pseudomonas, Proteus, klebsiellas y Salmonellas.
Los estrógenos dados aisladamente no causan piómetra, pero potencializan los efectos de la progesterona.
Se ha comprobado los riesgos de piómetra y la escasa eficacia en la prevención de la preñez de la perra, por lo que los estrógenos no deberían ser utilizados para prevención de la gestación en la perra.

CLASIFICACIÓN:
Hay cuatro tipos clínicos de piómetra en la perra:
a) Tipo I: no tienen signos de enfermedad, solamente presencia de un flujo vaginal sanguinolento.
b) Tipo II: se caracteriza por eritrorrea y leucocitosis leve, con cuernos uterinos con un diámetro menor a 2 cm.
c) Tipo III y IV: estas perras tienen enfermedad clínica y el exudado está muy contaminado. Gran aumento en el hemograma de glóbulos blancos con desvío a la izquierda, pudiendo el cuello uterino estar abierto con gran descarga de exudado o estar cerrado comprometiendo aún más el estado tóxico de la perra.

FACTORES PREDISPONENTES:
No hay pruebas de que irregularidades del ciclo estral, pseudopreñez o falta de gestaciones previas se asocien con piómetra canina.
En un estudio de 245 perras, los antecedentes de pseudopreñez fueron más comunes en hembras sanas que en aquellas con piómetra.
Una anormalidad física que impide el drenaje del útero puede favorecer la aparición de la piómetra.
La piómetra se da con una frecuencia de tres veces mayor en la perra que en la gata.

SIGNOS CLÍNICOS:
Los signos de piómetra se evidencian de 4 a 10 semanas después del estro con síntomas de: depresión, anorexia (falta de apetito), emesis (vómitos), diarreas, poliuria (orina mucho), polidipsia (toma mucha agua), elevación de la temperatura (40°C) y, en casos muy avanzados, baja de la temperatura por la toxemia más septicemia que presenta, con descarga vaginal en el 75% de las perras.
La secreción vaginal puede ser escasa, intensa, copiosa o intermitente.
En la piómetra se presenta el descenso de la capacidad para concentrar la orina en relación con la bacteriosis uterina.
Se ha mencionado la presencia de bacterias adheridas al epitelio tubular renal con el consiguiente deterioro de su estructura.
La E. Coli tiene afinidad por el epitelio renal y las lesiones renales resultantes de la piómetra son potencialmente reversibles luego de la cirugía.

DIAGNOSTICO:
Antes de la cirugía hay que realizar análisis de sangre para evaluar la función renal, el grado de intoxicación y septicemia (bacterias en sangre).
El cultivo y antibiograma guiarán la antibioticoterápia; radiografías y ecografías.
El diagnostico diferencial de la piómetra es la preñez, ya que en ésta puede haber un flujo vaginal de aspecto purulento, la infección a veces ocurre durante la gestación y la camada no necesariamente es perdida en todos los casos. También hay que tener en cuenta que la secreción vaginal es común durante el aborto, en algunas oportunidades solo es abortada parte de la camada.
El aspecto radiográfico del útero gestante antes de la calcificación fetal (día 42) no se diferencia del que tiene colecta purulenta. Ambos tienen densidad de líquido homogéneo.
La ecografía es muy útil para la diferenciación entre piómetra y preñez.

TRATAMIENTO:
En la mayoría de los casos termina en cirugía.
A nivel de criadores se puede intentar el tratamiento médico para preservar la capacidad reproductora de la perra.
Las hembras que se recuperan con tratamiento cuando han tenido cuello abierto, han quedado preñadas en el 40 a 80 % de los casos.
Cuando el cervix ha estado cerrado, el tratamiento no ha dado resultado.
Luego del tratamiento medico hay muchas reincidencias de piómetra. Por lo tanto, las perras deberían ser apareadas tan pronto sea posible después.
Las complicaciones de la cirugía son la peritonitis y la formación de granulomas en el muñón uterino.-

Dr. Christian Leonel Sapia
MEDICO VETERINARIO

Copyright © 2007-2008 LastPassionsHunter